Carla Estrada,
la productora de telenovelas mexicanas, conversó
con Facetas
“La telenovela de época pone a volar mi
imaginación”
Su nombre es sinónimo de las grandes producciones
dramáticas de la televisión mexicana. Sus
melodramas, transmitidos en Venezuela por
Venevisión, capturan la atención de millones de
televidentes en el continente. “La telenovela
siempre contará una historia de amor”, contó desde
su oficina en Miami, EE UU.
Texto: Elvira Villasmil
Ella ha hecho suspirar con grandes escenas de
amor. Ha despertado la ira con los siniestros
planes de inolvidables villanos y ha logrado
conmover hasta las lágrimas con los dramas que
viven los protagonistas de una telenovela.
Y aunque no está delante de las cámaras, Carla
Estrada, la productora de las telenovelas
mexicanas de mayor renombre, es una celebridad
dentro de la industria dramática del continente.
Con las cámaras encendidas, explota la
sensibilidad de sus actores para recrear vívidas
escenas que emocionan, desde la pantalla chica, a
millares de espectadores.
Pobre señorita Limantur (1987), Quinceañera
(1987), Amor de nadie (1990), Los parientes pobres
(1993), Alondra (1994), Lazos de amor (1995), Te
sigo amando (1997), El privilegio de amar (1999),
Amor real (2004) y Alborada (2006) son algunas de
las telenovelas que Estrada, desde Televisa, el
gigante de los medios mexicanos, ha producido con
rotundo éxito.
A pocas semanas de iniciar las grabaciones de
Pasión, su próximo proyecto televisivo, saluda al
teléfono desde su oficina en Miami, Estados
Unidos, para conversar con Facetas sobre su propia
historia y su fructífera carrera en el mundo de
los melodramas.
¿Por qué sigue vigente la telenovela?
- La telenovela es un reflejo de la sociedad, de
lo que acepta, quiere y le gusta. Siempre contará
una historia de amor. Refleja nuestra vida
cotidiana. Mientras exista el amor, el bien y el
mal, la telenovela seguirá existiendo y
funcionado.
¿Cuál es su fórmula para lograr una telenovela
exitosa?
- En lo personal, creo que el éxito se da desde el
momento en que escoges los mejores elementos. No
es producto de una, de dos o de tres personas; es
producto del trabajo de muchas personas. Pienso
que depende de la sensibilidad y la labor del
equipo. Es importante tener un buen director,
buenos adaptadores, escenografía, ambientación.
Uniendo todos éstos elementos, el producto siempre
será mejor.
¿Cuán importante es su participación para el
desarrollo de un dramático?
- Es muy importante. Debo tomar decisiones y darle
alas a la gente o cortarlas cuando es necesario.
Debo escoger un presupuesto, escoger la historia…
Todo tiene un costo y un beneficio y allí tengo
que tomar las decisiones. Además, dejar que la
gente sea creativa, que pueda decir y hacer lo que
piensa, siempre y cuando esté dentro de los
límites del presupuesto y del tiempo.
¿Qué priva a la hora de seleccionar una historia?
- Diría que sólo uso mi intuición. Leo muchas
sinopsis de historias. La que me gusta, la que me
hace sentir y la que me impide pararme del
asiento, ése será mi nuevo proyecto.
Siempre ha apostado por las telenovelas de época
como Alondra, Amor real, Alborada…
- La telenovela de época me da la libertad de
darle vuelo a mi imaginación. Y de poder recrear
imágenes románticas, imágenes bien planteadas de
la época e historias de amor que a mí me gustan
mucho. Este tipo de telenovela tiene detalles
interesantes que debemos cuidar como los peinados,
el vestuario, la escenografía... Éso me encanta.
Alondra fue la primera telenovela de Televisa en
la que se hicieron escenarios al aire libre,
específicamente, en los espacios de la televisora.
Fue una historia interesante, de amor e ilusiones,
sin un tiempo histórico definido. Recuerdo que el
señor Azcárraga, presidente de Televisa en ese
entonces, me dio libertad para crear una época
propia, en la que pude jugar con el pasado.
¿Cuál es el sello de Carla Estrada?
- Es importante lograr un sello propio. Pienso que
el mío está definido por la forma de contar la
historia. En el fondo creo que éste es el
resultado de mi equipo de trabajo, con el que
llevo 20 años. Con el tiempo se han acumulado
experiencias, aprendemos de lo bueno y de lo malo
de la vida. Esta suma de experiencias nos sirven
para mejorar cada trabajo.
En su primera telenovela, nadie deseaba trabajar
con usted. ¿Ahora todos quieren con Carla Estrada?
- ¡Gracias a Dios ahora es diferente! Creo que en
el comienzo todos tenían razón. La verdad, no era
nadie. En ese entonces, trabajaron conmigo los que
no tenían nada qué hacer. Y, en ese momento, no me
imaginaba lo que iba a pasar unos 24 años después.
Ahora puedo decir que soy la más feliz al saber
que cuando empiezo una novela recibo llamadas de
directores, actrices, actores, gente de
maquillaje, para decirme: “Sería un privilegio
trabajar contigo”. Me siento muy afortunada.
¿Puede contarnos alguna anécdota relacionada con
Alborada, su más reciente telenovela transmitida
en Venezuela?
- Me deba un poco de miedo trabajar con Luis
Roberto Guzmán (el Conde de Guevara —personaje
antagónico en la telenovela—), quien no había
tenido un trabajo tan importante y de tanta
responsabilidad como en Alborada. Pero luego él me
habló y me dijo: “Te prometo que si tú me escoges
no te vas a arrepentir” . Estaba dudosa, pero
confié en él y superó mis expectativas
Ve la competencia: telenovelas miamenses,
colombianas, venezolanas, brasileñas…? ¿Qué opina
de las producciones de estos países?
- Sí las veo, pero no las sigo, porque no tengo
tiempo. Creo que el trabajo de todos es excelente,
cada vez mejor. Todos nos damos cuenta que no
podemos minimizar al público telenovelero porque
se ha convertido en una industria importante para
muchos países, especialmente para México. Esa
industria merece nuestro respeto en todos los
sentidos. Siento que los países de centro y
Suramérica han mejorado mucho en sus telenovelas,
aunque pienso que la punta de lanza sigue siendo
Televisa México. Se elabora un producto de
exportación que va a gustar.
¿Qué hace diferente del resto al dramático
realizado en México?
- Pienso que es la calidad. El tema no, porque
existen muy buenos temas en otros lugares. Siento
que la cantidad de novelas hechas en Televisa
permitió que hayamos aprendido, a pasos
agigantados, a hacer bien las cosas. Es, también,
la escenografía, la iluminación, el ritmo, las
locaciones… Entre más posibilidades tienes de
hacer cosas, más necesidad tienes de aprender. En
compañías pequeñas, que realizan una o dos
telenovelas al año o menos, existen menos
posibilidades de tener errores y de esa forma
aprender.
Es considerada, después de una trayectoria de 20
años, una de las grandes productoras de la
televisión mexicana…
- Me siento muy feliz. Siento que mi esfuerzo a lo
largo de los años no ha pasado en balde, que mi
trabajo no ha sido en vano, que ha dado frutos. Y
esos frutos los disfruto mucho y, después, los
guardo en el cajón de los recuerdos… Porque para
mí la historia se escribe hoy y, la que escribí
ayer, es una página pasada. Debo escribir una
nueva historia cada día. Y en mi trabajo hago lo
mismo. Siento que no me presiona nadie como lo
hago yo conmigo misma.
¿Qué tipo de exigencias se hace a sí misma cuando
graba una telenovela?
- Siento la presión de no equivocarme, de ser
cautelosa, de ser sensible. Aunque cada vez
aprendo más, trato de hacer que mi sensibilidad
sea lo que predomine en cada telenovela.
La campaña Un kilo de ayuda, durante la
transmisión de Amor real y Alborada, resultó un
éxito. ¿Cómo nace esta idea filantrópica de ayudar
a través de la televisión?
- La idea nació hace 15 años con una novela
llamada Amor de nadie. Comencé a hacer labor
social con la campaña El kilómetro del juguete,
donde pedía a la gente que llevara un juguete, en
buenas condiciones, para los niños de las casas
hogares de México. No sé cómo nació la idea. Pero
pienso que todos tenemos una gran compromiso con
la sociedad. A través de la telenovela pude
promocionar la idea y resultó maravilloso. En
lugar de juntar un kilómetro de juguetes, logramos
hacer siete kilómetros. Fue maravilloso ver cómo
los niños llegaban a buscar sus regalos. Fue una
experiencia tan increíblemente bella que me dije
que tenía que repetirla.
¿Qué otras campañas le resultaron exitosas?
- Realicé una telenovela donde el argumento
planteaba la problemática de los niños perdidos, y
decidimos resolver los casos reales de niños
perdidos durante la trasmisión del dramático.
Colocábamos los teléfonos para encontrar a los
desaparecidos y conseguimos a una niña de 15 años.
Luego, por petición de la Fundación Televisa,
desarrollé una estructura para ayudar y lograr que
las telenovelas sirvieran para crear conciencia
solidaria en la población, aprovechando que
tenemos al público sentado frente al televisor,
divirtiéndose y entreteniéndose. Ahora, las
producciones dramáticas de Televisa encuentra una
manera de ayudar. Con la campaña Un kilo de ayuda
extendimos la mano a más de 10 millones de
personas.
¿Cuáles son los principales obstáculos que le ha
tocado enfrentar durante la realización de un
dramático?
- Hay imprevistos a diario. Creo que el tiempo es
uno de los retos más importantes. Siempre estamos
peleando contra el tiempo. Otro de los obstáculos
es el clima. Cuando salimos a locación, el clima
es importantísimo para poder tener una grabación
fluida. Un buen plan de trabajo hace la diferencia
del día.
¿El índice de audiencia le indica por dónde debe
ir la historia o es fiel al argumento?
- Para mí el rating no es determinante para
cambiar la historia porque siento que si le metes
mano a la historia ésta será peor. El rating es un
parámetro muy importante que me dice qué está
pasando. Pero yo no me preocupo por el rating, me
ocupo de hacer un buen proyecto.
¿Tiene algún rito antes de iniciar las
grabaciones?
- Tengo muchos que he ido implementado a lo largo
de la carrera. Pero siempre hago una misa y voy a
las pirámides con todo el equipo para cargarme de
energía, porque de veras es muy pesado grabar.
¿Piensa en el público?
- Desde que escojo el guión pienso en él.
¿Qué cree que hace un buen actor?
- Es alguien que transmite sentimientos. Hace que
creas cualquier la historia.
¿Qué opina del fenómeno de los “antigalanes”, en
Colombia, con Yo soy Betty, la fea, y, en
Venezuela, con Ciudad bendita?
- Si bien es importante el físico, la cara…. lo
verdaderamente importante es el actor y lo que
logra transmitir.
¿Cuál es el próximo proyecto?
- Mi próximo proyecto se llama Pasión. Y es una
novela desarrollada en el tiempo de los piratas
que estará al aire en agosto. Estamos trabajando
muy fuerte. Nos ha costado trabajo encontrar
lugares y barcos. Me preparo estando más tiempo
con mi familia, para que luego me pueda ir a
trabajar sin sentimientos de culpa, pues cuando
grabo les robo un poco de tiempo.
ACTORES
- “Lucero y yo hemos hecho todas sus telenovelas
de adulta. He visto un crecimiento en ella como
actriz y como persona. Es una mujer muy entregada,
tiene muy buen carácter. A la gente le gusta mucho
como es ella”.
- “Fer (Fernando Colunga) es una persona
comprometida con su trabajo. En Alborada le exigí
y superó mis expectativas”.
EN PANTALLA
- Alondra
- La pobre señorita Limantour
- Quinceañera
- Amor en silencio
- Amor de nadie
- Cuando llega el amor
- De frente al sol
- Los parientes pobres
- Más allá del puente
- Lazos de amor
- Te sigo amando
- El privilegio de amar
- Mi destino eres tú
- El manantial
- Amor real
- Alborada
VIDA
- Carla Patricia Estrada Guitrón nació un 11 de
marzo en México, bajo el signo zodiacal piscis.
- Estudió comunicación en la UAM Xochimilco.
- Se inició como asistente en Televisa. En 1982,
se responsabilizó de la dirección de escena y de
cámaras en exteriores de la telenovela Vannesa. En
ese mismo año y hasta 1986 se desempeñó como
productora ejecutiva del programa diario de
concursos y musical XE TU.
- En enero de 2006, Carla Estrada develó una
estatua de bronce en su honor en la Plaza de los
valores, de Ciudad de México, donde fue reconocida
por parte sus 20 años de trayectoria artística. La
escultura fue elaborada con unos 400 kilogramos de
llaves fundidas que fueron donadas por el público.
SIGNIFICADOS
- Alborada. “La ilusión de poder mejorar cada
día”.
- El privilegio de amar. “Sentí apoyo familiar”.
- María Isabel. “Frescura y mi primer clásico de
la literatura popular mexicana”.
- Te sigo amando. “Fue una experiencia de vida.
Tuve un problema familiar que se reflejó en ese
novela”.
- Lazos de amor. “Logré un reto”.
- Alondra. “Mi primera sensación de amor
verdadero”.
- Los parientes pobres. “Todos tenemos alguno”.
- Cuando llega el amor. “El renacer de un amor”.
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