Capitulo 10º

Ricardo esta preocupado por la enfermedad de su madre, el médico dice que es de la panza, Lisabetta pregunta a su primo que piensa hacer,  este quiere ir a ver a su tío Timoteo, ella tiene miedo de que le denuncie, pero Ricardo no cree que llegue a tanto. Francisca opina  que lo mejor es que la mujer desaparezca, ella no se quería casar, hasta la ayudaron a huir, pero la volvieron a agarrar, la voz de Ricardo suena sorprendida y esperanzada cuando pregunta si es verdad que  se quería ir, Francisca contesta que si, parece que tiene un prometido en su tierra con el que quiere casarse.

Ricardo, vestido de monje acude a visitar a su tío en medio de la noche, con una cuerda salta la tapia y toma por sorpresa a Ascanio poniéndole un chuchillo en el cuello, Ricardo asegura que  no le va a hacer nada, solo quiere que avise  a su tío, quiere verlo.

Ascanio va en busca de Timoteo que ya se ha retirado a la alcoba que comparte con Camila, ante la noticia de que el sobrino pirata pregunta por su marido ella  se preocupa por su seguridad y se ofrece a ir con el por si el pirata lo ataca, Timoteo le ordena que no se mueva de la habitación, Camila se asoma a la puerta y ve como Timoteo recibe a un hombre vestido de monje al que hace entrar en el salón.

Ricardo interroga a su tío sobre su nuevo matrimonio, don Timoteo le responde airado si le cuestiona su derecho a tomar esposa, Ricardo deja claro que no cuestiona ese derecho, pero le preocupa que a causa de su nuevo estado, al  morir, deje Lisabetta en la calle. Don Timoteo, muy tranquilo, le responde que si hablo con ella sabrá que es su heredera, y en el caso de que su esposa le dé un hijo varón  tendrá una tercera parte de todo, a Timoteo eso le parece justo. Ricardo vacila antes de hablar, y expone sus temores, Lisabetta ya se lo dijo, pero le gustaría estar seguro, no confía en su tío, cuando paso lo que paso sus consejos no fueron los más acertados.

 Ricardo se pasea por la habitación y se exalta, si en lugar de huir como le aconsejo su tío se hubiera quedado, a lo mejor habría demostrado su inocencia y en estos momentos no sería prófugo de la justicia. Timoteo se ha sentado en su sillón lo mira con desagrado y con tono despectivo le hace ver que estaba en la cama con una mujer muerta. Ricardo se sienta cerca de su tío mientras razona con gesto tranquilo, si él la hubiera matado no es tan estúpido como para haberse quedado a su lado. Su tío responde alterado “por dios Ricardo estabas perdido de borracho” Ricardo asegura con voz firme que ni siquiera borracho habría podido matar una mujer y menos embarazada, Timoteo alega que fue lo primero que se le ocurrió y que si se equivoco le ofrece disculpas. Ricardo se levanta muy serio y se acerca a su tío mientras le dice que su equivocación marco su vida. Timoteo responde con un indiferente “lo siento” Ricardo vuelve a pasearse por la habitación mientras sigue interrogando a don Timoteo, tiene entendido que en un principio su esposa no quería casarse, que hasta intento huir, don Timoteo se ríe burlón, estaba seguro que su tía y prima le irían con el chisme, dice que es cierto, pero la convenció con plata y asegurándole que a su muerte será una mujer libre, Ricardo muestra su decepción en el rostro y la voz “se vendió” murmura. Timoteo se levanta cínico y se acerca a su sobrino “quien se resiste al dinero, tu también te hiciste pirata por eso ¿no?” Ricardo asegura que no tuvo alternativa, Timoteo se encoje de hombros y dice que podría haberse hecho fraile, a los frailes se les perdona cualquier cosa, Ricardo le lanza una mirada amarga.

Camila inquieta ha salido al patio, se queda cerca del dormitorio sin perder de vista la puerta del salón. Ricardo y Timoteo salen, mientras Ricardo se coloca la capucha del habito le dice a su tío que le gustaría presentar sus respetos a su esposa. Don Timoteo considera que no es una hora prudente, Ricardo está de acuerdo, pensaba en repetir la visita al día siguiente para conocerla. Don Timoteo alega que no es prudente que ande por las calles de día, el Antillano es bien conocido, Ricardo asegura que regresara en la noche, entrara de la misma forma, don Timoteo con voz venenosa habla de los chismes  que corren sobre  un ataque de los corsarios a la armada española unas semanas atrás, Ricardo muy serio asegura que él no escucho nada.

 Antes de marcharse Ricardo  se acerca a su tío y en voz baja y amenazadora, le dice que sabe que no quiere a Lisabetta, la desprecia y hasta la odia, pero si la deja en el desamparo de su cuenta corre que su viudita se quede sin nada, don Timoteo asegura que eso no va a ocurrir y pide a Ascanio que abra el portón grande, de esta forma hace saber a Ricardo que es hora de marcharse. Ricardo le indica que no se moleste, se va por donde vino, se despide hasta el día siguiente y vuelve a saltar la tapia.

 Camila lo ve marcharse, en cuanto Ricardo desaparece don Timoteo le encarga a Ascanio que avise a la guardia de que el pirata conocido como el Antillano está en casa de doña Mercedes de Salamanca. Ascanio protesta, puede que arresten también a las mujeres, don Timoteo lo corta con voz autoritaria, no le importa, él solo debe obedecer y ya, Ascanio inclina la cabeza mientras asiente, y sale de la casa para cumplir el encargo.

 Camila al ver que su esposo regresa a la alcoba, se apresura a entrar, se quita bata  y se mete en la cama. Don Timoteo entra furioso en la habitación, Camila pregunta que sucedió y este contesta de muy mal humor que llega con ínfulas, pretendiendo imponerse como su padre, le cuenta a Camila que no quiere que deje a la ciega sin nada, como si él no pudiera disponer de su dinero como le dé la gana, Camila preocupada, pregunta si va a dejar a Lisabetta en el desamparo, don Timoteo asegura que por supuesto que eso no sucederá y corta la conversación, está cansado agotado y solo quiere dormir.

Ricardo llega a casa de su madre, le recibe Epifanio, le pide comida, sabe que lo más probable es que su tío lo denuncie así que se marcha inmediatamente. Mientras Ricardo atraviesa el patio para ir a despedirse de su familia golpean la puerta, es Ascanio que viene a advertir que le han dado la orden de avisar a la guardia. Ricardo no se fía, agarra a Ascanio por el cuello y le pregunta si ya cumplió la orden, este asegura que no, Ricardo no entiende porque lo previene, Ascanio explica que si le apresan en esa casa las mujeres pueden verse en problemas. Ricardo quiere saber cuánto tiempo tiene, el siervo le responde que una media hora, antes de que se marche Ricardo aprovecha para interrogarle sobre Camila, pregunta como la convenció para casarse, si lo hizo con dinero, Ascanio no lo sabe, pero ella no está contenta,  Ricardo le dice a Ascanio que le debe un favor, algún día se lo pagara.

Ricardo acude de prisa a la habitación de su madre, donde esperan Lisabeta y Francisca, les cuenta que se tiene que ir inmediatamente, Ascanio ha venido a avisar que su tío mando por la guardia, Francisca se interesa por lo que Timoteo dijo sobre la herencia, Ricardo le cuenta  que no averiguo nada nuevo, le  dijo lo mismo que a ellas y entra a despedirse de su madre que se ha dormido, la besa dulcemente en la frente y se marcha. Ya en la puerta se despide también de Francisca y Lisabetta, no sabe cuándo volverá, no ha querido despertar a su madre y les pide que le expliquen lo sucedido, antes de irse le promete a Lisabetta que si su padre comete una injusticia con ella lo va a arreglar a como dé lugar, Ricardo sale de la casa en medio de la oscuridad y se pierde en las calles camino de su barco.

Pasa el tiempo en San Fernando la vida sigue, aunque Santiago sigue recordando a Camila. Ella en la Mariana intenta pintar de memoria un retrato de Santiago y se da cuenta de que poco a poco está olvidando sus facciones, lamenta que con el transcurrir del tiempo ya no lo ve, no se acuerda de él, su cara se va borrando, se pregunta si él se acordara de ella. Santiago en la herrería esta recordando a  Camila, sus pensamientos recorren el momento en que don Justo da su consentimiento para que se casen, en la felicidad que sentían los dos entonces.

Ricardo está de regreso en “La Iguana”, Lázaro lo recibe, asegura estar muy contento de ver de regreso a su capitán, Ricardo pregunta por la salud de Mario, y le cuenta que está muy mejorado, que no le han dejado salir ni a la taberna ni a ningún otro sitio. Lázaro indaga preocupado que fue a hacer en la Mariana, tiene miedo que el capitán descubra lo que hizo con los dos hermanos, Ricardo le cuenta con tranquilidad que fue a ver a su familia, Lázaro pretende seguir investigando, pero su capitán le corta con una mirada autoritaria y no tiene más remedio que callarse, Ricardo entra en la cabaña donde esta Mario.

Ricardo le cuenta a su amigo las últimas noticias, Mario se queda muy sorprendido, no puede creer que la prisionera que llevaron a la Mariana haya acabado casada su tío, ¿está seguro? Ricardo le cuenta que no la vio, pero que está seguro, se llama Camila, es de México y la compro en la subasta de siervos el mismo día que fueron a ver si estaba todavía. Mario considera que la muchacha corrió con suerte, Ricardo malhumorado le explica que su tío todavía espera que le dé un hijo, Mario reflexiona irónico, quizá todavía pueda, eso nunca se sabe, pero es bueno saber que el futuro de Lisabetta está asegurado, Ricardo con gesto dubitativo responde que eso espera, su tío es traicionero, al poco de que él se fuera aviso a la guardia para que le prendieran, él ya se lo imaginaba, pero de todos modos su criado le aviso con tiempo para escapar. Mario se queda pensando un momento y después sonríe con cierto cinismo, le comenta a Ricardo que es curioso que la única mujer por la que se ha interesado haya acabado siendo su tía, Mario se parte de risa ante el gesto disgustado de Ricardo.

 Mario es un hombre práctico, le sugiere que, si su tío que es un perro, hereda a su viuda siempre puede casarse con ella y así recupera lo de Lisabetta y lo suyo. Ricardo se sienta a la mesa sin poder ocultar su malhumor, Mario irónico le sirve ron mientras le susurra al oído si  quiere rebautizar  a “La Camila” Ricardo ya no aguanta más y cambia la  conversación de forma abrupta, van a hablar de negocios.  Lázaro ha entrado en la cabaña y se une a la discusión, Ricardo quiere irse a las costas de África para hacer una fortuna, la piratería se está acabando, dentro de poco todos los van a perseguir como a perros rabioso y quiere retirarse antes con mucho dinero. Ricardo saca la espada amargado y melancólico, tantos años en esta vida de porquería sin siquiera sacar un poco de provecho.

Vasco y Santiago están en la taberna, Vasco esta borracho, hablan de su relación con Úrsula, a Santiago le parece peligrosa, Vasco es un inconsciente, le alaga que Úrsula se haya fijado en él, y mientras ella quiera mantener la relación él  se entretiene. Santiago le pregunta si no ha pensado en casarse, su hijo necesita una madre, pero Vasco alega que tiene dos madres, Rita e Inés. Vasco le propone a Santiago que se case, de esa forma quizá le será más fácil olvidar a Camila, Santiago se despide bruscamente, Vasco acude a la habitación de Úrsula de nuevo, esta le recibe apasionada y lujuriosa en su cama.

En la Mariana Camila y don Timoteo acuden a misa, Ricardo sigue a la caza de barcos en el mar, mientras Lafont y Mansera siguen asaltando las caravanas que transportan la plata de la corona, siempre sin dejar a nadie vivo para que no puedan delatarles.

En la Mariana Camila se sorprende del tiempo que ha pasado, se lamenta de su situación, sigue como un pájaro enjaulado, duda de que su familia y Santiago se acuerden de ella, espera que todos estén bien, su gran duda es si Santiago estará muerto o habrá sobrevivido, muy triste se pregunta “cuando acabara esto”.

Lafont va a ver a Justo al almacén, intenta averiguar sobre Ofelia, todo el mundo sabe que se caso embarazada, pregunta si el hijo era de Miguel, Justo contesta  que si, de otra forma el herrero no le habría reconocido, Lafont se ríe irónico, todo depende de quien fuera el padre, si era alguien poderoso tendría un as en la manga para usarlo en el momento que le conviniera, él recuerda que cuando Ofelia y Justo fueron al palacio, después de que se llevaron a Camila, Ofelia estaba muy alterada y quería decirle algo a don Jorge ¿No sería que ella iba a contarle que se había llevado a la futura de su hijo? Justo asegura que Ofelia nunca le dijo nada y que él no lo sabe.

Justo acude a ver a Ofelia a su casa, quiere hablar con ella en privado,  le cuenta lo que sucede. Desde que fueron al palacio y ella dijo que don Jorge cometía una aberración si tocaba a Camila, están haciendo preguntas, doña Sofía ya intento averiguar  y hoy Lafont vuelve a indagar sobre lo mismo,  Ofelia lo niega rotundamente, Justo le asegura  que solo quiere que este advertida, si llega a oídos de Santiago podría enloquecer ante la idea de que su padre hubiera mancillado a su prometida, por si eso sucede, Justo le cuenta que don Jorge no toco a Camila, estaba demasiado borracho, su hija se lo conto y él siempre la creyó.

Úrsula busca a su padre para pedirle permiso para dar una fiesta, él se lo concede, pero ya que la ve se le ocurre que debe volver a tomar esposo, le propone a Alberto, pero ella se horroriza “es un viejo”, Úrsula, a pesar de la insistencia de don Jorge, se niega obstinada a volver a casarse y le levanta la voz a su padre, no está dispuesta a obedecerle, don Jorge se enfada y la obliga a pedirle perdón por la falta de respeto.

 Mansera acude a las habitaciones de su esposa para encargarle que busque marido para su hija, a ella le parece bien, ya se tardo. don Jorge quiere saber porque no lo hizo ella, Sofía responde cínica y burlona que prefiere que la sangre Mansera se acabe con él, su esposo, en el mismo tono responde que lo comprende pero que al hombre le puede la vanidad y el deseo de que su sangre perdure, además si no tiene un heredero varón la corona le quita el señorío. Sofía le pregunta si está seguro que no tiene algún bastardo perdido en algún lado, don Jorge se encoge de hombros e irónico, le dice que si sabe de uno se lo cuente.

Don Timoteo está muy contento, Camila está pintando en el patio, ha mejorado mucho, su maestro le dice que tiene talento, ella responde aburrida que es lo único que hace  en todo el día, don Timoteo le propone salir a pasear a la playa a ver el mar.

 Al día siguiente van a la playa, Camila está entusiasmada, juega en la orilla con las conchas, y mira con nostalgia al horizonte, don Timoteo asegura saber lo que está pensando, y dice con cinismo, que no falta mucho para que suceda, Camila quiere saber porque lo hace, no es para desheredar a Lisabetta puesto que le va a dejar dinero, tampoco por tener un varón porque hasta ahora ni siquiera lo ha  intentado ¿tanto odio le tiene a su sobrino?

 Don Timoteo le cuenta la historia; había una vez una familia feliz, padre madre, dos hijos varones y una muchacha. El padre murió en la flor de la edad y la madre lo siguió poco después, en ese entonces el mayor tenía ya veinte años, como primogénito heredo las propiedades y se convirtió en jefe de la familia.

 Don Timoteo se sienta fatigado en una silla preparada debajo de un toldo y continua el relato, el mayor siempre fue de carácter irascible, no era una buena persona y enseguida empezó a ejercer sobre sus hermanos menores un régimen de terror, castigos injustos, obediencia absoluta, crueldades, Camila intrigada pregunta si está hablando de su hermano mayor, don Timoteo asiente y continua hablando

 Su hermano siempre fue un buen tipo, a las mujeres les gustaba, era agradable simpático, pero con ellos era un demonio, los trataba mal, a don Timoteo la madre naturaleza no le había dotado particularmente, pero un día conoció a una mujer y se enamoro de ella, cree que era correspondido, se lo dijo a su hermano, este quiso conocerla y se caso con ella. Camila apenada le asegura que si hizo eso no estaba enamorada de él, don Timoteo quiere creer que tal vez sí, pero lo prefirió a su hermano quizá... por su dinero, Camila, interesada, quiere saber que sucedió después, don Timoteo le cuenta que como compensación su hermano le otorgo una mísera propiedad para quitarlo de en medio, mas tarde murió, para ese entonces, su mujer había dado a luz un varón, le ofreció matrimonio pero lo desprecio.

 Don Timoteo como marca la ley, se convirtió en albacea de su sobrino, el joven heredo la mala sangre del padre, y a los diecinueve años se convirtió en asesino, y ahora es un filibustero, Camila pregunta si fue el hombre que acudió a la casa de noche para hablar con él, y si su cuñada vive. Las respuestas a las dos preguntas es afirmativa, su cuñada es una vieja amargada insoportable que hace un buen trió con su hermana y la ciega. Camila se sorprende de que Francisca y Lisabetta vivan con ella.

En el dormitorio, don Timoteo sentado a los pies de la cama bebe, los recuerdos han hecho mella en su ánimo y se ha emborrachado  intentando acallar sus demonios. Camila se muestra preocupada por su estado, pero no puede evitar hacerle ver que su sobrino no tuvo la culpa de lo que hizo su padre. don Timoteo se levanta y furioso asegura que es un demonio igual que su padre, mientras atraviesa el retrato de su hermano con la espada una y otra vez después va hacia Camila totalmente poseído por sus fantasmas, asegura que como lo vio joven y guapo le atrae su galanura, Camila asustada asegura que ni siquiera lo vio, don Timoteo ha perdido el control y desvaría, está seguro que ella se fijo en su pinta, todas las mujeres son estúpidas se calientan con la primera cara bonita que  ven, está seguro que en cuanto lo conozca va a querer revolcarse con él, y seguro que la convence para quedarse con su dinero, Camila le promete que eso no sucederá, pero  don Timoteo furioso se sube a la cama gritando que le va a dejar un hijo varón para que el de su hermano se quede sin un centavo, se coloca encima de Camila, que esta aterrada, mientras intenta consumar el acto su corazón no aguanta y tiene un infarto, cae muerto encima de su esposa. Camila asustada lo mueve pidiendo que le conteste, al no obtener respuesta, grita el nombre de don Timoteo mientras sale de la cama espantada.

Mar6f