Capitulo 38º


Santiago le ofrece disculpas a Camila por sus celos, dice que con el tiempo en lugar de resignarse, más desgraciado se siente

Justo pregunta a Vasco si no sabe nada de Bernabé, éste sale a buscarlo. Justo platica que quemó la carta en el fogón de su cocina, Paco escucha y le dice que tomó esa carta y se la dio a Vasco, de la impresión, Justo sufre una parálisis.

Camila y Ricardo terminan de hacer el amor, están abrazados cuando se escucha la puerta. Ricardo se levanta y con el torso desnudo va a abrir; Santiago se lleva una gran sorpresa al verlo con poca ropa, le avisa que Justo está paralizado.

Alberto interroga a los peones y Juan José, el peón que vendió la carreta, le confiesa que la vendió para sacar un dinero, Uriel lo mata de un balazo.

Justo está dormido y su rostro demuestra parálisis facial. Camila llora a su lado. Justo despierta, intenta hablar pero no puede, sólo se le derrama una lágrima de no poder hacerlo.

Inés cuida a Paco que está dormido, llega Vasco y muy deprimido le confiesa lo que pasó realmente. Inés le dice que lo apoya.

Jimena cuenta a Camila la reacción de Santiago, al ver a Ricardo sin camisa. Camila le confiesa que los cofres que le robaron a Ricardo, contenían todo su dinero y cree que Jorge y Alberto están involucrados, pero le súplica que no cuente esto a nadie.

Alberto dice a Jorge que ya desapareció a los posibles testigos y amenazó a la gente, le advierte que Ricardo es un tipo peligroso y deberían matarlo.

Alberto dice a Manuela que va a viajar a la capital y le pide le entregue una carta a Francisca, para que se la lea a Lisabeta sin que Ricardo se entere, le ordena que felicite a Camila por su compromiso y que se haga amiga de ella para sacarle información de Ricardo.

Santiago le ofrece disculpas a Camila por sus celos, dice que con el tiempo en lugar de resignarse, más desgraciado se siente por no haber tenido fe y no haberla esperado. Ella dice que ya no tiene caso hablar del pasado y que se dedique a su hijo, que ya no es la misma mujer de antes y ahora ama a Ricardo.

Mario amenaza con un cuchillo a Vasco para sacarle la verdad de la carta de Bonifacio, éste dice que se la dio a guardar a Bernabé y lo traicionó, pero que no quería sobornar a su hermana. Ricardo le exige que intente recuperarla y que no le diga a Camila que se la llevó Bernabé, para que se quede tranquila.

Ricardo y su grupo van llegando al establo donde Ascanio compró la carreta, un trabajador les dice que a Don Pascual, el dueño, lo mataron la noche anterior y niega saber algo sobre la carreta perteneciente a la hacienda de Alberto.

Ricardo y compañía se dirigen a la hacienda de Alberto, cuando ven pasar un cortejo fúnebre con una viuda y dos niños. Ricardo se dirige hacia la mujer, ella le comenta que no sabe cómo fue, pero que se lo entregaron unos peones de la hacienda de Alberto, ya que ahí trabajaba su esposo.