Camila no quiere que busquen la carta en el
palacio, insiste en que es peligroso y amenaza a
Ricardo que si lo hace, al día siguiente se
entregará
Camila pregunta a Ricardo si cree que Foreman fue
a ver a Alberto y a Jorge. Él dice que seguro debe
de comprarles la plata. Ella comenta que si es
así, los denuncie con su padrino y consiga el
perdón. Ricardo no tiene pruebas, dice que hay que
esperar a que alguien los comprometa y esa puede
ser Lisabeta.
Lisabeta cuenta a Francisca que Alberto no le
regresó la carta porque se la va a dar a Don
Eustaquio de la Oca, juez jurisdiccional de San
Fernando.
Ricardo sale de la casa cuando Mario y el Güero
regresan de su viaje. Mario le cuenta de la muerte
de Bernabé, llegan a la conclusión de que fue
Alberto quien lo mató y debe tener la carta.
Ricardo llega a la posada a visitar a Foreman, que
lo recibe afectuoso, le pregunta cuándo conoció a
Lafont y Foreman dice que apenas. Ricardo lo
invita a comer a su casa, llega Alberto y todos
fingen. Foreman le cuenta a Alberto que Ricardo lo
invitó a comer a su casa para presentarle a su
esposa. Alberto le dice que a Jorge también le
dará gusto conocerlo.
Foreman admira el palacio, Alberto le pregunta si
Ricardo es quien dice ser, pues sospecha que es
Salamanca. Foreman se sale por la tangente, llega
Jorge, lo saluda y finge no saber quién es, luego
llega Úrsula, Foreman y ella intercambian miradas
de coqueteo.
Ricardo, Mario y Pablo se dirigen a casa de
Alberto, van hacia la parte trasera. Mario se hace
el borracho y noquea al peón de guardia. Ricardo y
Mario entran a la casa, mientras Pablo sigue
vigilando afuera. Alberto regresa a su casa.
Ricardo y Mario no logran salir antes de que él
entre a su recámara, por lo que Ricardo le da un
golpe en la nuca y lo desploma.
Ricardo y Mario regresan a su casa, cuentan a
Camila que no encontraron la carta. Tal vez
Bernabé la destruyó o ya la tiene Jorge. Camila no
quiere que busquen en el palacio, Jimena les
recuerda que Vasco tiene llaves para entrar.
Camila insiste en que es peligroso y amenaza que
si lo hace, al día siguiente se entregará. Ricardo
se la lleva a otra habitación y la deja ahí
encerrada. Camila grita que la saquen y golpea la
puerta, por lo que Lisabeta y Francisca
despiertan.
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