Germán Robles todavía tiene ganas de continuar
trabajando y de cristalizar proyectos que ha ido
postergando.
8-Julio-07
“Soy de los pocos que quedamos de la vieja
guardia”
Germán Robles es un hombre pleno, con grandes
proyectos y con mucha ‘pasión’ para vivir.
En la producción de Carla Estrada el actor regresa
a las pantallas televisivas realizando una
actuación especial en la historia, en donde
interpreta el personaje de Timoteo de Salamanca,
que a pesar de ser un papel breve es de gran
importancia en la telenovela.
¿Qué papel juega Timoteo de Salamanca en Pasión?
“Se casa con Camila, la protagonista (Susana
González), pero no se consuma el matrimonio. Yo la
compro como esclava, pero al irla conociendo me
invade una ternura que no trasluce, pero se le ve
en los ojos”.
¿Cómo podría definir su personaje?
“Es un personaje breve, amargado, con una
problemática que antepone la cuestión de tener el
poder y dinero antes de los valores humanos que
puede tener su figura; pero al final resulta que
él va entendiendo que no todo lo da el oro, sino
que hay valores alrededor de uno que
desgraciadamente no los puede poner de manifiesto
porque se muere el hombre”.
¿Después de cuánto tiempo regresa a la pantalla
chica?
“Hace como seis años hice Amigos x siempre;
después trabajé en teatro durante 11 años con La
dama de negro, pero debido a una lesión que tuve
en la espina dorsal tuve que dejar la obra con
gran tristeza, ya que fue el milagro teatral de la
última década”.
¿Cómo han sido los 55 años de trabajar como actor?
“Años de grandes satisfacciones. Estuve ahí cuando
inició Telesistema (ahora Televisa); soy de los
pocos de la vieja guardia que quedamos todavía
vigentes y con ganas de seguir hasta que digan
hasta aquí”.
Este año se celebran 50 del estreno de la película
El vampiro. ¿Qué nos puede contar sobre ello?
“Que fue mi debut cinematográfico en 1957, para
ser precisos, y debido a su 50 aniversario este
año en muchos lugares del mundo me van a hacer
homenajes, en Francia, España, Inglaterra y
Estados Unidos. Creo que es un año que va a marcar
un hito, así como lo marcó la película
internacionalmente, que dio a conocer México a
niveles muy altos gracias a esta historia”.
¿Existe algún proyecto que todavía no se le haya
dado?
“Por supuesto, uno de William Shakespeare. Hace
años hice Ricardo III y siempre me quedó el
gus.ano de hacer El rey Lear y no se me dio; sigo
estando en edad perfectamente, pero aún no he
tenido la oportunidad de interpretarlo”.
¿Qué planes tiene a corto plazo?
“En este año voy a empezar a ensayar una obra de
teatro que me escribió mi mujer Ana María Vázquez;
se llama El divino Leonardo, trata sobre los
últimos 15 días antes de morir de Leonardo da
Vinci. A él lo corren de Florencia y lo destierran
y va a parar a Francia; ahí el rey Luis XII le da
un lugar en el castillo y es ahí donde hace todo
lo que conocemos de él”.
¿Es parte de su personalidad su potente voz?
“Qué bueno que la he alimentado, cuando me cambió
la voz de joven. No la forcé, la encaminé
justamente a modelar el idioma. Dicen que yo hablo
muy bien; eso no lo inventé, lo saqué de la
lectura, literatura. Voy conociendo poco a poco
palabras que se van incorporando al vocabulario en
el uso habitual de uno”.
¿Se siente pleno como ser humano?
“Sí, pues estoy vivo, en el sentido biológico,
mental, neural, y a veces nos pega susto la
cuestión del físico, pero son gajes del oficio de
vivir; biológicamente el cuerpo sigue creciendo,
pero considero que la edad se mide por la
capacidad neurótica del cerebro. Si funciona se
puede hacer todo, no se envejece en la forma de
ver las cosas”.
¿Qué consejo daría a quien aspira a convertirse en
actor?
“El que tenga deseos de ser actor, sea la edad que
tenga, que no lo deje en el tintero y que lo saque
adelante; entonces yo me ofrezco en la escuela de
Fases a que acudan y van a encontrar siempre una
gran verdad, yo nunca he mentido”.
Según su opinión ¿qué considera que les hace falta
a los actores actuales?
“Cultura general y saber que la actuación no tiene
nada que ver con la belleza. Creo que todos sin
excepción, todas las figuras, están explotando su
juventud y belleza, pero a la hora de hablar, de
tener la proyección adecuada que haga estremecer
al público por lo que dice y cómo lo dice el
actor, de eso carecen todo”.
¿Cuál es el mayor problema de los nuevos talentos
de la actuación?
“Si no lees, nunca vas a conocer nuevas palabras
ni forma de decir las cosas; de ahí los problemas
que se presentan hoy día con los jóvenes”.
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