Se invirtió mucho en “Pasión”
 
   

La productora Carla Estrada no reveló el monto, pero sí admitió que la telenovela mexicana “Pasión”, que comenzará a transmitirse el próximo lunes, es hasta el momento la más costosa en su carrera, superando incluso a los éxitos "Amor real" (2003) y "Alborada" (2005).

“Sí es la más cara”, respondió. Por ello, apuntó que el reto más grande de esta millonaria producción radica en conquistar a la audiencia, “pues se merece esta entrega y dedicación”.


Con el estreno de la historia de época, que se desarrolla en el siglo XVIII, la realizadora estará presente en la televisión abierta con tres producciones, pues actualmente se realizan las repeticiones de “María Isabel” (1997) y “Lazos de amor” (1996), protagonizadas por Adela Noriega y Lucero, respectivamente.


Las citadas actrices han sido, entre otras cosas, la fórmula de éxito para Estrada en melodramas como “Quinceañera” (1987), “El privilegio de amar” (1998), “Mi destino eres tú” (2000), “Cuando llega el amor” (1990) y “El manantial” (2001), por citar algunas.


Aunque Noriega fue contemplada para estelarizar este proyecto, se dijo que por problemas familiares no le fue posible trabajar, y aunque trascendieron otras versiones, lo cierto es que poco después se propuso a Silvia Navarro para interpretar el papel.


Esta última actriz, al tener cuentas laborales pendientes con Televisión Azteca, se vio obligada a rechazar la invitación de los ejecutivos de Televisa, por lo que Susana González, Alejandra Barros, Ludwika Paleta y Alessandra Rosaldo hicieron pruebas.


La primera se quedó con la oportunidad y hasta ahora reconoce Estrada que no la ha decepcionado. “Para mí fue buena elección, espero que para el público también”.


Por lo menos, durante los avances de “Pasión” que la víspera se dieron a conocer a la prensa e invitados especiales, la pareja sentimental de Eduardo Santamarina sacó la casta al desarrollar escenas reveladoras y dramáticas.


Carla Estrada destacó que en “Pasión” no sólo se trabaja con amor, sino con devoción, y quien no lo siente así se le hace ver para que las cosas salgan perfectas como a ella le gustan, pues reconoce que es su peor juez.


“Lo veo, lo cuestiono y corregimos. Cuando estoy observando la grabación, obviamente oigo a la directora, a la escritora, y a la ambientación”. La clave, anotó, consiste en saber escuchar para hacer los ajustes necesarios y precisos.


Aunque no actúa, la productora confesó que para hacer una coordinación adecuada de las secuencias debe empaparse de la época. “Entonces me imagino con el calor, sin baños, carente de agua y en la tierra. Creo que era muy difícil vivir en ese mundo, hoy en día sería muy complicado.


“Tengo que darle las gracias a todos, espero que funcione, guste y no defraude a nadie. Me interesa que la gente vea que las cosas se pueden hacer bien, que detrás de todo hay trabajo y esfuerzo, porque es mi obra maestra”, concluyó.