Camila se da cuenta que don
Timoteo esta muerto y sale corriendo de la
habitación entre gritos y arcadas, atraviesa el
patio y golpea la puerta de la habitación de
Ascanio llamándolo agritos, Ascanio intenta
tranquilizarla le promete que se hará cargo de
todo, Camila se queda sola gritando que ella no
tuvo la culpa, y cae de rodillas al lado de una
mesa llorando, después de un tiempo suspende el
llanto, levanta la cara y se da cuenta por
primera vez de lo que para ella significa la
muerte de Timoteo, por fin es libre, puede
regresar a San Fernando, su casa, su familia y
Santiago.
Toda la buena sociedad de la
Mariana acude al sepelio de don Timoteo de
Salamanca, en el salón el féretro ocupa la parte
central a un lado está sentada Camila, vestida de
luto riguroso, al otro lado, frente a ella, están
situadas Mercedes, Francisca y Lisabetta, las
miradas de Francisca y Camila se cruzan sobre el
féretro, el funeral termina.
Al día siguiente, Camila y Ascanio
conversan mientras pasean, los pasos d Camila a
conducen fuera de la casa mientras pregunta a
Ascanio por su situación, él le cuenta que es
siervo por veinte años, le quedan cinco para
conseguir su libertad, si don Timoteo antes de
morir no tomo ninguna medida sobre él seguirá
perteneciendo a sus herederos, le relata la razón
por la que acabo en esa situación, mato al hombre
que violo a su hermana, Camila no entiende porque
lo condenaron a la servidumbre, a los asesinos los
ajustician o mueren en la cárcel, Ascanio explica
que su patrón cambio los papeles para hacerle
aparecer como ladrón, para que tuviera que cumplir
todas sus ordenes sin protestar, acepto porque
debía ocuparse de su madre, esta ya murió. Ascanio
y Camila han llegado a la verja de entrada a la
casa, está cerrada con llave, Ascanio la abre y
Camila sale feliz por sentirse libre por primera
vez desde que los piratas la atraparon, le propone
a Ascanio acompañarla en el regreso a su casa si
ella es la heredera, Ascanio acepta agradecido,
Camila reflexiona... ha pasado mucho tiempo...
pero si ella no ha olvidado a Santiago y le sigue
amando igual que antes, el tiene que sentir lo
mismo.
En la casa de Mercedes, Lisabetta
está inquieta, quiere saber cuándo se abrirá el
testamento, Francisca le pide paciencia, apenas
acaban de enterrar a su padre no pueden parecer
tan interesadas, Lisabetta insiste, quiere
regresar a su casa como dueña y señora, se
pregunta si esa mujer se habrá ido o si estará
preñada, Francisca se asusta... ¡ni dios lo
quiera! Lisabetta desearía que estuviera en la
isla su primo, pero apenas le han enviado la carta
anunciándole la muerte de su tío.
Ricardo en un islote de las Azores
escribe una carta a su familia ha pasado mucho
tiempo desde la última y se disculpa, se aventuro
hasta las costa de África y tuvo suerte, está de
regreso, esperando que carenen el casco de la
Salamandra, ha encontrado un barco que llevara su
carta a su destino.
Camila en la casa de don Timoteo
registra el dormitorio hasta que encuentra el
lugar donde su difunto esposo guardaba el dinero,
toma una buena cantidad y sale en busca de sus
compañeros de cautiverio, primero va en busca de
Jimena a la que encuentra acarreando agua en la
casa que sirve, ambas amigas se abrazan felices,
Jimena pregunta que hace allí, Camila le cuenta
que viene a comprarla, su marido murió y tiene
dinero, Jimena duda, y si no la quieren vender,
Camila asegura que está dispuesta a pagar lo que
pidan, las dos vuelven a abrazarse felices, ante
la mirada aparentemente impertérrita de Ascanio.
Camila se entrevista con la dueña
de la casa donde sirve Jimena se ofrece a doblar
el precio que pagaron por ella en la subasta, la
señora mira a Jimena sin demasiada simpatía y se
muestra de acuerdo en venderla, Jimena no se lo
puede creer, se tapa la boca ahogando un grito de
alegría, Camila sonríe satisfecha.
Las dos amigas van en el carruaje
en busca de Claudio y su hermano, en el camino se
ponen al día; Jimena quiere saber cuánto le dejo
su marido, ella le explica que todavía no se abrió
el testamento, la ha comprado con el dinero que
había en la casa, Jimena se preocupa, si no la
hereda la pueden acusar de robo, pero Camila la
tranquiliza, don Timoteo le dijo que iba a dejar a
su hija una buena cantidad de dinero y el resto
iba a ser para ella junto con su carta de
libertad.
Llegan a la finca donde Claudio
trabajo en los campos, este los ve llegar y se
para a mirar asombrado, al reconocer a las
ocupantes del coche corre hacia ellas gritando el
nombre de Camila, el capataz descarga el látigo
sobre las espaldas de Claudio, Camila se
interpone, el látigo se cierne también sobre
ella, pero Ascanio detiene el brazo del capataz,
amenazador de dice que no se atreva, su patrona es
una dama. Claudio solloza en los brazos de Camila,
le explica que las promesas del Antillano fueron
mentira, no los compro, su hermano Ángel no
aguanto y murió, Camila abraza a Claudio llorando
mientras le asegura que se acabo su esclavitud,
Camila compra también a Claudio.
En la antigua casa de don Timoteo,
Claudio una vez aseado se reúne con Jimena y
Camila, les cuenta sus desgracias, el mucho
trabajo, la mala comida, el poco sueño, y más
cosas que no se atreve a decir. Ángel no aguanto,
su hermano cree que murió para escapar de esa
situación, Camila llora mientras abrazada a
Claudio.
Al día siguiente en la casa se lee
el testamento, mientras eso sucede Jimena y
Claudio esperan en el patio. continua la lectura
del testamento, don Timoteo ha dejado todos sus
bienes a su esposa Camila Darién, a su hijo
Lisabetta solo la finca de “la Purísima”, ante las
protestas de Francisca y Lisabetta que la tratan
de furcia, Camila se levanta y dice que no quiere
nada, solo su carta de libertad pero el abogado la
detiene, si renuncia a la herencia o se le ocurre
hacer alguna donación, el testamento se anula,
Camila volverá a ser sierva de por vida y la
fortuna de don Timoteo será heredada por la
orden de los masones a la que pertenecía don
Timoteo.
Lisabetta y Francisca regresan a
casa de Mercedes que sale a recibirlas impaciente,
cuando le cuentan que no les dejo nada, que todo
se lo lleva su viuda y por lo tanto su hijo se
queda sin su fortuna Mercedes se desmaya.
Esa noche Camila habla con sus
amigos de las opciones que tiene, no le parece
bien dejar a Lisabetta sin nada, pero sus amigos
la convence, solo tiene dos opciones o rica y
libre o pobre y sierva, así que no hay nada que
pensar. Camila decide aceptar la fortuna de su
difunto esposo, pago esa fortuna con una cuota muy
alta de sufrimiento, tiene derecho a ser feliz.
Camila recoge la fortuna de don
Timoteo en dinero, después de liquidar sus bienes,
el abogado le indica que puede irse cuando quiera,
esa misma semana sale un barco con destino al
continente, solo le aconseja llevar escolta pues
viaja con una verdadera fortuna, Camila quiere
dejarle una cantidad de dinero a Lisabetta, pero
el abogado le dice que el testamento es muy
claro, no puede hacerlo.
Camila habla con Ascanio, desde
ese momento no es un siervo sino un amigo. Camila
siente remordimiento por haberse quedado con toda
la fortuna de su esposo y pide a Ascanio que le
deje un cofre de monedas en el patio de la casa de
Mercedes, cuando al día siguiente lo encuentran,
la ciega piensa que fue Ricardo quien se lo mando.
En San Fernando Rita se casa con
Santiago, todos se sienten satisfechos por el
arreglo, Camila ha sido dejada atrás, dada por
muerta y todos se aprestan a recuperar sus vidas.
Alberto regresa de un viaje que le
llevo a la ensenada donde entrega la plata a Foreman,
esta de un humor de perros piensa que el ingles
tiene todas las ventajas.
Fortunata le cuenta a Úrsula que
le están buscando marido, su madre lleva tiempo
mandando cartas a toda la aristocracia de los
alrededores, la dejaran elegir el que más le
guste.
Camila se embarca acompañada de
sus amigos hacia su tierra, está nerviosa, espera
que todo salga bien y que cuando llegue a San
Fernando todos estén vivos y sanos.
Vasco sigue viéndose con doña
Úrsula las noticias llegan a oídos de su padre que
le advierte del peligro.
Doña Sofía le muestra a su hijo
los posibles pretendientes pero ninguno le parece,
Úrsula no desea casarse, pero doña Sofía le
presiona, su padre desea un nieto varón.
Camila en el barco habla con
Jimena sobre la situación de Santiago, tiene miedo
de que le haya sucedido lo peor, pero su amiga la
anima, seguro que eso no sucedió. Claudio quiere
regresar a su casa, pero a Camila no le parece
prudente le sugiere que se quede con ella hasta
que Ascanio averigüe lo que sucedió en su casa.
Manuela le cuenta a Úrsula que su
padre sabe de su relación con Vasco, Úrsula se
enfada porque debió decírselo hace tiempo, manda a
Manuela para advertir a Vasco, no debe venir a
verla en una buena temporada.
Camila habla con sus amigos sobre
su familia, ella es la menor de tres hermanos,
Vasco es el mayor y es viudo, Rita la mediana
nunca quiso casarse, se quedaron huérfanos cuando
Camila tenía diez años y su hermana que es un
ángel la crio, doña Ofelia, la madre de Santiago
fue como una segunda madre para ella y su hija
Inés como otra hermana, tiene muchas ganas de
verlos.
Ricardo regresa a la Iguana, ha
estado largo tiempo por las costas de África
buscando fortuna, parece que les ha ido muy bien
pues todos están muy contentos, Ricardo asegura a
sus hombres que al día siguiente repartirán, se da
cuenta que falta “la Camila”, y pregunta a Pablo,
este le cuenta que Lázaro y los muchachos estaban
aburridos y se fueron a la aventura, Ricardo se
molesta y jura que como no le devuelva el barco
entero lo hace trizas, Pablo le entrega dos cartas
de su casa que llegaron durante su ausencia.
Camila y sus amigos hacen su
entrada en San Fernando, las mujeres van en coche
cerrado, al pasar frente a la herrería Camila, muy
nerviosa, ve a su antiguo novio y se lo señala a
su amiga, Santiago ve pasar el cortejo de fuereños
con curiosidad. |