Capitulo 11º

 

Camila se da cuenta que don Timoteo esta muerto y sale corriendo de la habitación entre gritos y arcadas, atraviesa el patio y golpea la puerta de la habitación de Ascanio llamándolo agritos, Ascanio intenta tranquilizarla le promete que se hará cargo de todo, Camila se queda sola gritando que ella no tuvo la culpa, y cae de rodillas al lado de una mesa llorando, después de un tiempo suspende el llanto, levanta la cara  y se da cuenta por primera vez de lo que para ella significa la muerte de Timoteo, por fin es libre, puede regresar a San Fernando, su casa, su familia y Santiago.

Toda la buena sociedad de la Mariana acude al sepelio de don Timoteo de Salamanca, en el salón el féretro ocupa la parte central a un lado está sentada Camila, vestida de luto riguroso, al otro lado, frente a ella,  están situadas Mercedes, Francisca y Lisabetta, las miradas de Francisca y Camila se cruzan sobre el féretro, el funeral termina.

Al día siguiente, Camila y Ascanio conversan mientras pasean, los pasos d Camila a conducen fuera de la casa mientras pregunta a Ascanio por su situación, él le cuenta que es siervo por veinte años, le quedan cinco para conseguir su libertad, si don Timoteo antes de morir no tomo ninguna medida sobre él seguirá perteneciendo a sus herederos, le relata la razón por la que acabo en esa situación, mato al hombre que violo a su hermana,  Camila no entiende porque lo condenaron a la servidumbre, a los asesinos los ajustician o mueren en la cárcel, Ascanio explica que su patrón cambio los papeles para hacerle aparecer como ladrón, para que tuviera que cumplir todas sus ordenes sin protestar, acepto porque debía ocuparse de su madre, esta ya murió. Ascanio y Camila han llegado a la verja de entrada a la casa, está cerrada con llave, Ascanio la abre y Camila sale feliz por sentirse libre por primera vez desde que los piratas la atraparon, le propone a Ascanio acompañarla en el regreso a su casa si ella es la heredera, Ascanio acepta agradecido, Camila reflexiona...  ha pasado mucho tiempo...  pero si ella no ha olvidado a Santiago y le sigue amando igual que antes, el tiene que sentir lo mismo.

En la casa de Mercedes, Lisabetta está inquieta, quiere saber cuándo se abrirá el testamento, Francisca le pide paciencia, apenas acaban de enterrar a su padre no pueden parecer tan interesadas, Lisabetta insiste, quiere regresar a su casa como dueña y señora, se pregunta si esa mujer se habrá ido o si estará preñada, Francisca se asusta... ¡ni dios lo quiera! Lisabetta desearía que estuviera en la isla su primo, pero apenas le han enviado la carta anunciándole la muerte de su tío.

Ricardo en un islote de las Azores escribe una carta a su familia ha pasado mucho tiempo desde la última y se disculpa, se aventuro hasta las costa de África y tuvo suerte, está de regreso, esperando que carenen el casco de la Salamandra, ha encontrado un barco que llevara su carta a su destino.

Camila en la casa de don Timoteo registra el dormitorio hasta que encuentra el lugar donde su difunto esposo guardaba el dinero, toma una buena cantidad y sale en busca de sus compañeros de cautiverio, primero va en busca de Jimena a la que encuentra acarreando agua en la casa que sirve, ambas amigas se abrazan felices, Jimena pregunta que hace allí, Camila le cuenta que viene a comprarla, su marido murió y tiene dinero, Jimena duda, y si no la quieren vender, Camila asegura que está dispuesta a pagar lo que pidan, las dos vuelven a abrazarse felices, ante la mirada aparentemente impertérrita de Ascanio.

Camila se entrevista con la dueña de la casa donde sirve Jimena se ofrece a doblar el precio que pagaron por ella en la subasta, la señora mira a Jimena sin demasiada simpatía y se muestra de acuerdo en venderla, Jimena no se lo puede creer, se tapa la boca ahogando un grito de alegría, Camila sonríe satisfecha.

Las dos amigas van en el carruaje en busca de Claudio y su hermano, en el camino se ponen al día; Jimena quiere saber cuánto le dejo su marido, ella le explica que todavía no se abrió el testamento, la ha comprado con el dinero que había en la casa, Jimena se preocupa, si no la hereda la pueden acusar de robo, pero Camila la tranquiliza, don Timoteo le dijo que iba a dejar a su hija una buena cantidad de dinero y el resto iba a ser para ella junto con su carta de libertad.

Llegan a la finca donde Claudio trabajo en los campos, este los ve llegar y se para a mirar asombrado, al reconocer a las ocupantes del coche  corre hacia ellas gritando el nombre de Camila, el capataz descarga el látigo sobre las espaldas de Claudio, Camila se interpone,  el látigo se cierne también sobre ella, pero Ascanio detiene el brazo del capataz, amenazador de dice que no se atreva, su patrona es una dama. Claudio solloza en los brazos de Camila, le explica que las promesas del Antillano fueron mentira, no los compro, su hermano Ángel no aguanto y murió, Camila abraza a Claudio llorando mientras le asegura que se acabo su esclavitud,  Camila compra también a Claudio.

En la antigua casa de don Timoteo, Claudio una vez aseado se reúne con Jimena y Camila, les cuenta sus desgracias, el mucho trabajo, la mala comida, el poco sueño, y más cosas que no se atreve a decir. Ángel no aguanto, su hermano cree que murió para escapar de esa situación, Camila llora mientras  abrazada a Claudio.

Al día siguiente en la casa se lee el testamento, mientras eso sucede Jimena y Claudio esperan en el patio. continua la lectura del testamento, don Timoteo ha dejado todos sus bienes a su esposa Camila Darién, a su hijo Lisabetta solo la finca de “la Purísima”, ante las protestas de Francisca y Lisabetta que la tratan de furcia,  Camila se levanta y dice que no quiere nada, solo su carta de libertad pero el abogado la detiene, si renuncia a la herencia o se le ocurre hacer alguna donación, el testamento se anula, Camila volverá a ser sierva de por vida y la fortuna de don Timoteo  será heredada por  la orden de los masones a la que pertenecía don Timoteo.

Lisabetta y Francisca regresan a casa de Mercedes que sale a recibirlas impaciente, cuando le cuentan que no les dejo nada, que todo se lo lleva su viuda y por lo tanto su hijo se queda sin su fortuna Mercedes se desmaya.

Esa noche Camila habla con sus amigos de las opciones que tiene, no le parece bien dejar a Lisabetta sin nada, pero sus amigos la convence, solo tiene dos opciones o rica y libre o pobre y sierva, así que no hay nada que pensar. Camila decide aceptar la fortuna de su difunto esposo, pago esa fortuna con una cuota muy alta de sufrimiento, tiene derecho a ser feliz.

Camila recoge la fortuna de don Timoteo en dinero, después de liquidar sus bienes, el abogado le indica que puede irse cuando quiera, esa misma semana sale un barco con destino al continente, solo le aconseja llevar escolta pues viaja con una verdadera fortuna, Camila quiere dejarle una cantidad de dinero a Lisabetta, pero el abogado le dice  que el testamento es muy claro, no puede hacerlo.

Camila habla con  Ascanio, desde ese momento no es un siervo sino un amigo. Camila siente remordimiento por haberse quedado con toda la fortuna de su esposo y pide a Ascanio  que le deje un cofre de monedas en el patio de la casa de Mercedes, cuando al día siguiente lo encuentran, la ciega piensa que fue Ricardo quien se lo mando.

En San Fernando Rita se casa con Santiago, todos se sienten satisfechos por el arreglo, Camila ha sido dejada atrás, dada por muerta y todos se aprestan a recuperar sus vidas.

Alberto regresa de un viaje que le llevo a la ensenada donde entrega la plata a  Foreman, esta de un humor de perros piensa que el ingles tiene todas las ventajas.

Fortunata le cuenta a Úrsula que le están buscando marido, su madre lleva tiempo mandando cartas  a toda la aristocracia de los alrededores, la dejaran elegir el que más le guste.

Camila se embarca acompañada de sus amigos hacia su tierra, está nerviosa, espera que todo salga bien y que cuando llegue a San Fernando todos estén vivos y sanos.

Vasco sigue viéndose con doña Úrsula las noticias llegan a oídos de su padre que le advierte del peligro.

Doña Sofía le muestra a su hijo los posibles pretendientes pero ninguno le parece, Úrsula no desea casarse, pero doña Sofía le presiona, su padre desea un nieto varón.

Camila en el barco habla con Jimena sobre la situación de Santiago, tiene miedo de que le haya sucedido lo peor, pero su amiga la anima, seguro que eso no sucedió. Claudio quiere regresar a su casa, pero a Camila no le parece prudente le sugiere que se quede con ella hasta que Ascanio  averigüe lo que sucedió en su casa.

Manuela le cuenta a Úrsula que su padre sabe de su relación con Vasco, Úrsula se enfada porque debió decírselo hace tiempo, manda a Manuela para advertir a Vasco, no debe venir a verla en una buena temporada.

Camila habla con sus amigos sobre su familia, ella es la menor de tres hermanos, Vasco es el mayor y es viudo, Rita la mediana nunca quiso casarse, se quedaron huérfanos cuando Camila tenía diez años y su hermana que es un ángel la crio, doña Ofelia, la madre de Santiago fue como una segunda madre para ella y su hija Inés como otra hermana, tiene muchas ganas de verlos.

Ricardo regresa a la Iguana, ha estado largo tiempo por las costas de África buscando fortuna, parece que les ha ido muy bien pues todos están muy contentos, Ricardo asegura a sus hombres que al día siguiente repartirán, se da cuenta que falta “la Camila”, y pregunta a Pablo, este le cuenta que Lázaro y los muchachos estaban aburridos y se fueron a la aventura, Ricardo se molesta y jura que como no le devuelva el barco entero lo hace trizas, Pablo le entrega dos cartas de su casa que llegaron durante su ausencia.

Camila y sus amigos hacen su entrada en San Fernando, las mujeres van en coche cerrado, al pasar frente a la herrería Camila, muy nerviosa, ve a su antiguo novio y se lo señala a su amiga, Santiago ve pasar el cortejo de fuereños con curiosidad.