Capitulo 7º  

Francisca expone su plan para que Camila se fugue, le dará ropa de mozo y plata suficiente para que compre un pasaje para su tierra, pero antes debe jurarle que si la descubren no dirá que ella tuvo algo que ver en su huida, hace que se ponga de rodillas y que jure por lo mas santo, Camila lo hace sin vacilar.

En el camino a San Fernando Alberto Lafont y la banda que ha formado con la ayuda de Don Jorge asaltan la primera caravana de plata, matan a todos los soldados y  a los conductores de las carretas, no dejan ningún testigo que puedan delatarles.

En la casa de Don Timoteo, ya todo está preparado para la fuga de Camila. Lisabetta está preocupada, espera que su padre no se dé cuenta, Francisca también, porque no le gustaría enfrentar a su hermano pero considera a Camila un peligro y es necesario correr el riesgo.  Lisabetta pregunta porque el odio de su padre hacia su hermano Pedro, Francisca no quiere contestar, asegura que fueron cosas de jóvenes, y además, Pedro no era el buen caballero que todos creían, con la disculpa de ir a buscar un remedio para la panza, sale de la habitación para no tener que dar más explicaciones.

En alta mar Ricardo afila su espada en su camarote mientras conversa con Mario. Este es de la opinión de que debe pedir a su padrino que le consiga una patente de corso, Ricardo exclama sorprendido "española" Mario contesta "Claro España se ha dado cuenta que vale más un barco pirata que diez de su armada". Ricardo sigue afilando su espada mientras reflexiona no cree que sea tan fácil,  además las autoridades saben que desde hace años trabaja para Inglaterra. Mario le dice que saben que un tal Antillano trabaja para un ingles, pero muy pocos conocen su verdadero nombre, Ricardo responde "cierto pero como me encuentre a uno de esos pocos estoy frito". Mario piensa que si ha servido a la corona española a lo mejor le perdonan y entonces puede llevar a su madre al continente, casarse y tener hijos, Mario en broma finge luchar con el cuchillo con Ricardo, mientras este pierde la mirada pensativo.

Lázaro entra en el camarote de Ricardo a traer la comida, su presencia le recuerda a Ricardo a los dos hermanos que ordeno comprar y liberar, comenta con Mario que ya deben estar en su pueblo, espera que les haya ido bien. Mario pregunta por el comprador de la amiga de Camila, Lázaro no sabe, solo vio que un criado negro la llevaba hacia un carruaje,  Mario asegura que de todos modos eso es fácil de averiguar, basta con preguntar a Bermejo. Lázaro los mira aterrorizado, mas cuando Mario se ofrece a ir a la Mariana para investigar también quien compro a Camila. Lázaro intenta que Ricardo no considere la idea y dice "no creo que al Capitán le interese una hembra por la que pasaron a saber cuántos" Ricardo da un golpe en la mesa disgustado, y Mario se pone en pie agarra a Lázaro por la ropa lo atrae hacia él amenazador y le dice "nadie ha pedido tu opinión" Lázaro retrocede asustado pide perdón y sale del camarote.

Don Jorge pasea inquieto por el salón de su palacio. Es el primer asalto y está preocupado, llega Alberto Lafont y le tranquiliza, todo salió perfectamente nadie los vio, el cargamento está a salvo en los sótanos del palacio, soltaron a las mulas pues van marcadas y no pueden correr el riesgo de que alguien los reconozca, los dos ríen satisfechos. Jorge sirve dos copas de licor para celebrar mientras hablan de la forma de deshacerse de la plata. Alberto explica que ya tiene comprador, tendrá que hacer un viaje bastante largo para reunirse con él, se trata del corsario ingles Foreman. Jorge tiene miedo que los traicione, pero Lafont le tranquiliza, no ganaría nada haciéndolo, lo que él quiere es la plata, a Jorge le convence el plan felicita a Alberto y los dos brindan por es éxito.

Jorge y Alberto pasean por el pueblo poniendo a punto el plan para vender la plata. Alberto deberá reunirse con Foreman en alguna isla de las Antillas. En el paseo se encuentran con Vasco y Santiago, que muy repuesto, ya camina con muletas. Don Jorge lo saluda afable, mientras se interesa por su salud, Santiago rabioso escupe a su paso, Alberto se le quiere ir encima, pero Jorge le detiene, él comprende que el muchacho esta sentido por lo sucedido, ya se le pasara, pregunta si se ha vuelto a saber de Camila, Alberto responde que no, y Jorge expresa su lastima por el suceso. Alberto sorprendido le dice que la última vez que hablaron de ella se alegraba de su desaparición, Jorge se encoge de hombros "era una moza interesante"

"La Salamandra" esta en alta mar, es de noche y Ricardo en cubierta recuerda a Camila, piensa en el momento en que él se acerco a pedir perdón por las sogas y intento poner su pañuelo entre las cuerdas y la piel para que estas no la lastimaran y Camila se lo arranco con los dientes  y lo tiro al suelo, en ese momento Ricardo se agacho a recogerlo sin dejar de mirar a Camila a los ojos y le dijo "tiene razón soy un ser despreciable" Ricardo no puede quitarse de la cabeza a Camila.

Santiago, Vasco y el amigo de este, Bernabé, se sientan en una mesa de la taberna del pueblo, ambos reprochan a Santiago haber escupido al señor del lugar, este pudo sacar su espada y atravesarle por la ofensa sin que la ley lo tocara. Santiago reacciona con rabia, hay que ser rico y poderoso para que se apliquen las leyes, ¿donde están las leyes de Dios?, "las escrituras dicen que es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos", sus amigos le contestan que eso está muy bien, pero que la realidad es bien distinta.

Santiago llega a su casa caminando con dificultad con las muletas y va directo a su habitación. Ofelia lo observa entrar preocupada pero lo deja seguir su camino, sigue trabajando junto a Inés en un encargo de costura que deben entregar al día siguiente. Santiago en su cuarto se arrodilla a los pies de la cama y pide a Dios que le mande la resignación, no entiende porque le dejo vivo para sufrir esa tortura, le pide que le conceda la calma, el sosiego, la paz o lo lleve con él, porque ya no puede más.

En La Mariana, Camila espera en su habitación, vestida de mozo dispuesta a escapar de la casa de Don Timoteo, se ha vestido de mozo, oculta su cabello con un pañuelo y un sombrero, lleva una bolsa con unas pocas pertenencias. Francisca llama a su puerta para decirle que el camino está despejado y ambas corren, deprisa, asustadas, por el patio hacia la parte trasera de la casa. Ascanio las ve pasar oculto detrás de una columna y entra en una habitación,  que sale a otro pequeño patio con una verja desde donde se puede ver la parte trasera de la casa, desde allí observa, en esa parte de la casa está la salida de desperdicios. Francisca se la enseña a Camila que expresa su repulsión, ella le responde  "¿te da más asco que acostarte con mi hermano?" y le insta a que se apure. Camila no lo duda, lanza por el agujero su equipaje y detrás se desliza ella, sale de la casa y corre entre los desperdicios, hasta que llega a campo abierto, se detiene en una fuente  a lavarse, ante la indignación de las aldeanas, pues es una fuente de agua limpia, para beber.

Camila llega hasta el puerto y se dirige a un barco que parte para Veracruz, el pasaje le costara cien reales, pero cuando saben que no tiene documentos el precio aumenta. Camila le da todo el dinero que tiene al encargado de los pasajes, se ofrece a trabajar en el barco si no es suficiente, por fin le dan el pasaje, el barco sale ese mismo día. Camila sonríe satisfecha, y se dirige hacia la iglesia, allí se arrodilla al delante del altar y le pide a la virgen que la proteja y le ayude a llegar a San Fernando, tiene miedo, debe viajar sola muy lejos y disfrazada de hombre, pide que nadie se dé cuenta y que cuando llegue a su tierra se encuentre a Santiago bien y que no la vaya a despreciar por todo lo que le ha pasado. Camila se derrumba llorando al pie del altar.

Ascanio no ha denunciado a Camila, pero Timoteo se ha dado cuenta de su ausencia y le ha pedido que la busque, así que no tiene más remedio que decirle que no está por ningún lado. Timoteo monta en cólera y se dirige directamente a la habitación donde están su hija y su hermana, murmurando que esas dos arpías han tenido que ayudarla a escapar.

 Lisabetta está muy asustada, piensa que si su padre se entera que fueron ellas les va a ir muy mal, Francisca trata de calmarla, Timoteo no tiene forma de saberlo. En ese momento su hermano irrumpe en la habitación tirando todo lo que está sobre las mesas enfurecido, preguntando dónde está. Francisca finge sorpresa y pregunta ¿donde está quien?, Timoteo grita que Camila no está en toda la casa, ellas aseguran no saber nada, pero Timoteo enfurecido se les va encima golpeándolas mientras asegura que no es verdad. Lisabetta cae al suelo, mientras su padre continua gritando que ellas la echaron de la casa o la ayudaron a huir, las instiga a que confiese mientras sigue desahogando su furia tirando al suelo todo lo que se pone en su camino.

Las dos mujeres están en el suelo aterrorizadas y siguen asegurando que no saben nada, pero Timoteo no las cree y golpea a Lisabetta con el bastón, Francisca le reprocha haber hecho daño a su hija, este enfurecido dice que la puede matar si quiere y también la toma a bastonazos con su hermana, ella cede y confiesa que la ayudo a escapar esa misma mañana. Timoteo imagina que irá a buscar un barco para regresar a su tierra, quiere saber cómo iba vestida, Lisabetta aterrorizada, le cuenta que llevaba ropa de mozo, Francisca dice que ella le dio el dinero para el pasaje, jura que Lisabetta no tuvo nada que ver, pero Timoteo no la cree y enfurecido las echa de la casa, no les permite llevarse nada, solo lo que tienen puesto y les advierte que si en media hora no han salido ordenara que las expulsen. Se da media vuelta y se marcha dejando a las mujeres llorando en el suelo aterrorizadas, sale al patio y reprocha a Ascanio que no vigilara, este asegura que lo hizo pero que no se dio cuenta de nada, Timoteo lo manda acompañado de otro criado a avisar a las autoridades, Camila es una esclava fugitiva.

Ascanio va al puerto y se dirige al barco que parte con destino a Veracruz y denuncia a los soldados la fuga de Camila, les da la descripción, los soldados salen del barco a buscarla, el otro criado pregunta si ellos no la buscan pero Ascanio no está por la labor, los soldados son los que la tienen que buscar, es su trabajo.

Francisca y Lisabetta, seguidas de una criada con una maleta se dirigen hacia la puerta de la casa, pero Lisabetta se niega a marcharse, no tienen dónde ir, Francisca sugiere que se vayan a vivir con Mercedes, pero su sobrina no quiere, prefiere pedirle clemencia a su padre, Francisca cede, deja a Lisabetta sentada en la fuente del patio y entra en la casa.

 Timoteo está en la sala ensartando el cuadro de su hermano, cuando ve entrar a su hermana, despreciativo, le dice que si viene a despedirse es mejor que se ahorre las palabras. Francisca muy decidida se enfrenta a su hermano, no le parece justo que las eche por alguien que es menos que una criada, para Timoteo el problema no es Camila, sino que ellas intrigaran a sus espaldas en contra de quien les ha dado casa y sustento, la indignación le provoca un ataque de tos, su hermana se apresura a servir un vaso de agua que Timoteo desprecia. Francisca le explica que Camila no quería casarse con él, que rogo y suplico para poder marcharse, a Timoteo todo esto no le convence, los ruegos de las mujeres no se toman en cuenta, además no están por encima de lo que él ordena.

Francisca acepta su culpa, pero le dice que es una locura casarse con esa mujer, no entiende para que, Timoteo, hace un gesto despectivo, nunca le ha pedido su opinión. Francisca se yergue y muy digna responde que hace años si la pidió, cuando tramaron juntos la traición a Ricardo para quitarle la fortuna de su padre. Timoteo asegura que sabía que tarde o temprano le iba a salir con eso, pero la idea se les ocurrió a los dos, no a él solo, va hacia Francisca la toma violentamente del brazo y la arrastra  hacia el retrato de su hermano, mientras le dice que su rabia hacia su ilustre y bondadoso hermano Pedro siempre fue tan grande como la suya, por culpa de su avaricia jamás se caso. Francisca se muestra de acuerdo, pero le recuerda que gracias a su ayuda, se libro de Ricardo y se quedo con todo lo suyo. Timoteo arroja a su hermana violentamente al suelo, mientras le dice que ella también salió beneficiada, desde entonces vive en su casa, Francisca exclama "de arrimando", Timoteo considera que nada le falta, pero ella no está de acuerdo, solo le ha dado poca comida y buena ropa porque le conviene aparentar. Timoteo con desprecio dice que es más de lo que se merece.

 Francisca desesperada se arrodilla a los pies de su hermano y le toma la mano, acepta todas las culpas, y pide clemencia, no las va a echar como hizo su hermano Pedro. Timoteo la mira con rencor y dice que nunca debieron traicionarle, Francisca considera inhumano que las eche ¿de qué van a vivir? además Lisabetta es su única hija. Timoteo se aleja con rabia mientras con tono amargado dice "hembra y ciega" quiere tener otro varón. Francisca todavía hincada de rodillas en el suelo, le pregunta si pensaba que Camila se lo iba a dar, hace mucho que dejo de ser hombre, su hermano se inclina y  la zarandea  por los hombros mientras rabioso le dice que ella nunca ha sido mujer, Timoteo le pregunta a que vino a amenazarle con contar lo que hicieron, ella le contesta que jamás enlodaría el nombre de su familia pero le pide por clemencia, que las deje quedarse, Timoteo se calma y cede, por ahora se pueden quedar. Francisca sale al patio a buscar a su sobrina y le da la noticia las dos se abrazan, mientras lloran aliviadas.

Llega la hora de la salida del barco, Camila ha esperado sentada en un rincón en el suelo de la iglesia, se levanta y acude al muelle, consigue embarcar sin que la detengan, pero Ascanio se acerca velozmente hacia el barco por el muelle. Camila entra en su camarote, que compartirá con varios hombres, ocupa su litera, los dos hombres que están en el camarote la interrogan y ella se ve obligada a contestar, cuando comienza a relajarse y entra en conversación aparece don Timoteo diciendo "Camila, Camila, creíste que podías escapar" los dos hombres se asombran de que sea una mujer, don Timoteo se ofrece a que lo comprueben ante el horror de los pasajeros, que se niegan, después llama al capitán y la obliga a desembarcar, ella se resiste asegura que la robaron de su tierra, el capitán dice que lo arregle con las autoridades, le pide que no se resista, porque no desea hacerle daño.

En la plaza de San Fernando, Sofía, Ofelia, Justo, y otros habitantes acomodados de la localidad reparten comida entre los más necesitados. Sofía ve acercarse a unas niñas y las reconoce como hijas de su marido,  y lo comenta con Ofelia que le dice que la chiquita que viene detrás también es hija de Jorge, Sofía se pregunta cuantos bastardos tendrá, Ofelia no lo sabe exactamente, diez, quince. Sofía quiere saber si hay algún varón entre ellos, ella responde que si lo hay, no se sabe, Sofía se interesa sobre un chisme que escucho recién llegada al pueblo, algo sobre su marido y Ofelia, esta contesta nerviosa que no hay ningún chisme sobre don Jorge y ella, Sofía sabe que se caso preñada, Ofelia indignada asegura que era de su esposo, Sofía le comenta, que si por casualidad su marido se aprovecho de ella antes de su casorio, Santiago podría ser su único hijo varón. Ofelia se vuelve muy digna y responde que Santiago es hijo de su difunto marido, Sofía se calla, pero no está muy convencida.

En la Mariana sacan a Camila a la fuerza del barco mientras se resiste y se la llevan a casa, de Timoteo la encierra en la bodega a oscuras y le dice que hay se va a quedar una semana, un año, un mes  hasta que recapacite y le pida perdón. Camila grita rabiosa que ni en un año, ni en mil Timoteo indiferente asegura que entonces va a ordenar su ataúd, Camila le desafía a que lo haga. Timoteo se encoje de hombros indiferente,  siempre dijo que las mujeres son los seres mas estúpidos del universo y ordena cerrar la puerta, dejando a Camila a oscuras, llorando desesperada, ya no puede más.

Francisca le dice a Lisabetta, que la encontró y la trajo de vuelta está encerrada en la bodega a pan y agua, Lisabetta tiene miedo que vuelva su rabia contra ellas, es muy vengativo, su tía la abraza y asegura que ella la defenderá con su vida si es preciso, Lisabetta llora desesperada, su tía muerta no le serviría de nada.

En casa de Justo, Santiago pide permiso para llevarse a Vasco a buscar a Camila, Bernabé se ofrece a ir también, a Rita no le parece y hace todo lo posible por quitarles la idea de la cabeza, su hermana está muerta, sino ya habrían tenido noticias, además Santiago casi no se puede mover, se pone tan desagradable que su padre la corta y le dice que no se meta, desea suerte a Santiago, ojala consiga noticias de Camila.

Al día siguiente salen en una carreta, Santiago va en la parte de atrás, mientras Vasco conduce y Bernabé va a caballo.

Francisca y Lisabetta, quieren salir de la casa y se enteran que don Timoteo ha dado orden de que no salgan. Francisca va a buscarlo, no entiende porque las quiere tener prisioneras, solo iban a la iglesia, su hermano cínico, les dice que pueden rezar en casa, ¿no dicen que Dios está en todas partes? Francisca le menciona, que también iban a visitar a Mercedes. Timoteo se ríe, ya sabia él que irian corriendo a llevarle el chisme, se harta de discutir con ella y la persigue con la espada que por la habitación, le da un ataque de tos y se tiene que parar, su hermana aprovecha para escapar. Timoteo se apoya contra un aparador mientras murmura con rencor que no quiere nada de ella ni de la ciega, no quiere nada de nadie, después de un instante dice el nombre de Camila varias veces con voz anhelante.

Ricardo esta en alta mar con su barco, y en su camarote intenta pasar el tiempo escribiendo la historia de la piratería, de pronto arroja la pluma y se levanta de la mesa inquieto, se pasea por el camarote mientras murmura "porque no puedo quitarme a esa mujer de la cabeza" da un golpe a un objeto y dice en voz alta "ya lo sé, porque me siento culpable"

Ascanio abre la puerta de la bodega donde está encerrada Camila y le lleva el pan y agua que son su comida, ella se ha ni se mueve, para intentar aguanta se ha refugiado en sus sueños, en los recuerdos felices de noviazgo con Santiago.